Blog del párroco
5º domingo del tiempo ordinario (5 de febrero) 
domingo, febrero 5, 2012, 01:34 AM - Comentarios a las Lecturas
DOMINGO 5º DEL TIEMPO ORDINARIO (5 de febrero)

1ª Lectura. Job 7, 1-4.6-7.Mis días se consumen sin esperanza.

Salmo 146. Es Señor sana los corazones destrozados
.
2ª Lectura. 1ª a Corintios 9, 16ss. ¡Hay de mí si no anuncio el evangelios!

Evangelio. Marcos 1, 29-39. Le llevaron todos los enfermos y endemoniados.

Muchas veces nos hemos planteado cómo sería un día de Jesús en su tiempo de vida pública. Hoy Marcos nos dice que madrugaba mucho y que se retiraba a orar. Necesitaba estar solo con su Padre para conocer su voluntad, para estar solo y recuperar la luz que le permitía ver para aceptar, agradecer y actuar desde el compromiso personal. El ver, nos motiva y nos ayuda a aceptar y a acertar.
Pero el resto de tiempo lo dedicaba a las personas: acercarse para curar, para perdonar, para liberar, para sanar. Su palabra estaba al servicio de a la acción liberadora que previamente había realizado. Venía a salvar al hombre no a dar teoría. Hasta en la madrugada le llevaban enfermos y endemoniados y él los curaba.

En la primera lectura Job se queja de la brevedad de la vid, como la “brizna, que apenas nace la podan, la siegan y se seca”. La brevedad de la vida no hay que mirarla con resignación. Nuestro tiempo en este mundo pasa deprisa, para que lo vivamos con dinamismo y eficacia, pero estamos llamados a vivir y a vivir para siempre.

En la segundo lectura Pablo nos urge a vivir el evangelio. El se ha hecho “griego con los griego y esclavo con los esclavos” para servir a la causa del hombre, desde dentro de su situación, para llevarles a Cristo, Se lamenta si no predica, si no enseña el evangelio.

La suegra de simón, inmediatamente que se sintió curada, se puso a la mesa a servirles. Es la actitud del discípulo agradecido.
Precioso mensaje el de este domingo . necesidad de la soledad para serenarnos, encontrarnos con el Señor, ver y lo que debemos hacer y con su fuerza entregarnos a realizarlo. La prioridad está en las personas que sufren y el estilo, con espíritu de servicio a actitud evangelizadora.
¡Hay de mí, si no anuncio el evangelio! Es la gran misión del bautizado

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