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DOMINGO 33º DEL TIEMPO ORDINARIO. DIA DE LA IGLESIA DIOCESANA. Ciclo A. 16-11-2014 
sábado, noviembre 15, 2014, 10:53 PM - Comentarios a las Lecturas
DOMINGO 33º DEL TIEMPO RODINARIO Ciclo A. 16-11-2014. Día de la Iglesia Diocesana.
1ª Lectura. Proverbios 31, 10-13.19-20. 30-31. Trabaja con la destreza de sus manos.

Salmo 127. Dichoso el que teme al Señor.

2ª Lectura. Primera a Tesalonicenses 5, 1-6. El día del Señor llegará como un ladrón en la noche.

Evangelio. Mateo 25, 14-30. Como ha sido fiel en lo poco, pasa al banquete de su Señor.

En el final del año litúrgico, la liturgia nos habla cada domingo, de la espera en la venida del Señor. Hoy, con la parábola de los talentos, se nos pide que la espera sea activa; que fructifiquen las cualidades, los medios, todo lo que se nos ha confiado.

En la parábola, lo que se entrega a los empleados no es mucho: unos pocos talentos. La felicitación y alabanza del señor proviene porque los trabajadores han sido fieles en lo poco y han multiplicado lo recibido.

El servidor que no quiere correr riesgos y entierra el talento ha sido vago, descarado y cobarde. Vago, porque no hizo nada; descarado, porque trata al señor de arbitrario, “siegas donde no siembras y recoges donde no esparces”; y cobarde, “tuve miedo”, como excusa para no implicarse y trabajar.

Interpeladora parábola de la responsabilidad ante todo lo que somos porque lo hemos recibido, y que podemos leer a nivel personal, eclesial o social. Tenemos que multiplicar lo que gratuitamente somos y hemos recibido, porque no es nuestro, y porque al trabajarlo se conserva, se multiplica y puede llegar a otros.

¡Qué lejos queda la enseñanza del Señor del ambiente cultural que hemos creado! Somos trabajadores, no dueños y quien tiene más posibilidades, personales y sociales, tiene más responsabilidades. El Señor nos pedirá cuentas.

La primera lectura nos habla de la riqueza que entraña encontrar una mujer trabajadora. Es más valioso que la riqueza, la belleza, el poder…Nuestro trabajo generoso y bien hecho es nuestra mejor aportación a los demás y la expresión de nuestra responsabilidad ante Dios, ante la sociedad y ante nosotros mismos. Deseamos que cuando el Señor nos llame nos encuentre en el surco de nuestras responsabilidades cumpliendo con nuestro deber. Es la mejor forma de estar vigilantes.

Hoy es el día de la Iglesia Diocesana. En ella hemos nacido a la fe, y desde ella vivimos la comunión con toda la Iglesia. Hoy nos sentimos especialmente responsables de sus necesidades, de sus instituciones y de su tarea evangelizadora. No hemos recibido toda la riqueza que supone ser cristiano para enterrarlo en un pozo y que no se contamine o se pierda. La parábola de los talentos es una invitación expresa a la evangelización, “lo que habéis recibido gratis, dadlo gratis”. La caridad es el “talento” que siempre fructifica y que más necesita nuestro mundo. La caridad es Dios.


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