sábado, mayo 9, 2015, 08:29 AM - Comentarios a las Lecturas
SOLEMNIDAD DE LA VIRGEN DE LOS DESAMPARADOS SEXTO DOMINGO DE PASCUA. Ciclo B. Días 9 y 10 de mayo.
El sábado anterior al segundo domingo de mayo, celebramos en Valencia la solemnidad de nuestra patrona la virgen de los Desamparados. Son muchas las manifestaciones de efecto y fervor a la Virgen a lo largo del año y de manera especiar estos días: actos litúrgicos, de piedad popular, culturales, festivos, de caridad y solidaridad…Los valencianos “la vostra imadge sancta portem sempre en lo cor”.
A lo largo del año ininterrumpidamente, la imagen peregrina de la Mare de Deu, visita parroquias y otras instituciones que lo solicitan. La Virgen es quien más trabaja por la evangelización en Valencia, “la fe per vos no mor y vostra imadge santa portem sempre en lo cor”. María es modelo de evangelización porque busca incansablemente a sus hijos con mucho amor, priorizando su solicitud por los pobres, y dándonos a Jesús, “fruto bendito de su vientre”. Ella es Madre que consuela, que ampara, que anima a la confianza. Las visitas a la Basílica de la Virgen nos llenan de consuelo y paz.
Pero tenemos dos retos importantes: trasmitir la devoción a la Virgen a niños y jóvenes, y procurar que la devoción que profesamos no quede reducida a acto exterior, puntual y lleno de sentimiento y configure nuestra vida de verdaderos hijos de la madre con una vida de imitación de sus virtudes.
A los niños hay que “contarles” muchas cosas, porque la fe se trasmite por el oído. A los niños hay que “enseñarles” lugares, imágenes de la Virgen. Con los niños hay que rezar, sin cansarlos, para que descubran el gusto de sentirse escuchados. A los niños y a la trasmisión de la fe hay que dedicarles tiempo. Lo que ellos ven que nosotros hacemos y valoramos será importante para ellos.
Y procurar que la devoción a la Virgen no quede reducida a un acto exterior sin espíritu. Y para eso es necesario que estos actos sean valorados y muy cuidados en su celebración (el orden, el respeto…) y que se facilite a los cristianos la formación.
El amor a la Virgen nos llena de paz y confianza y estimula en nosotros la caridad eficiente y real. En la Cruz nos la entregó Cristo como Madre y Modelo de vida cristiana: para ser discípulos del Señor, hay que sentirse hijos de María.
Hoy el Señor en el evangelio nos recuerda que el mayor amor es el de quien da la vida. El es el verdadero amigo y quien nos ama de verdad. Solamente él nos puede dar el mandamiento del amor, porque solamente él nos ha amado de verdad y hasta el extremo.
Hoy también nos invita a “permanecer” en su amor, a permanecer unidos al Maestro. Es el secreto y el reto de quien quiere ser discípulo, permanecer para que él viva en nosotros.
Vivir en el amor es una invitación a guardar su palabra y cumplir sus mandamientos, sobre todo el del amor: “como yo os he amado”.
María vivió el amor a Dios hecho obediencia; a Jesús, entrega constante y desinteresada, ella es la primera y más fiel discípula; y a nosotros por su permanente solicitud para descubrir nuestras carencias, su mediación ante Jesús y su protección continua.
“Salve…Mare sou del valensians…”
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