jueves, marzo 21, 2013, 09:05 AM - Comentarios a las Lecturas
DOMINGO DE RAMOS EN LA PASIÓN DEL SEÑOR. Ciclo C (24-3-2013)Con la celebración del Domingo de Ramos acompañamos al Señor en su entrada en Jerusalén para consumar su entrega por nosotros.
La celebración de hoy tiene dos partes: la bendición de Ramos y procesión de entrada y celebración de la eucaristía, con la lectura de la pasión, según San Lucas.
Evangelio de la bendición de ramos previo a la procesión. Lucas 19, 28-40. ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!
Jesús culmina su larga marcha hacia Jerusalén. El Señor entra con autoridad (la expresa cuando dice que dispongan del borrico, “el Señor lo necesita”) pero en humildad, sobre un borrico, entre triunfales aclamaciones del pueblo que alfombra el suelo con sus vestidos:” pueblos todos, batid palmas, aclamad a Dios con gritos de júbilo, porque el Señor es vencedor de toda la tierra”. El Señor entra en Jerusalén, como mesías de paz; no le quitan la vida, la dará él. El pueblo cristiano le acompaña con ramos de olivo, signos de paz; de laurel, expresión de victoria; y palmas, que nos hacen referencia al martirio.
Lecturas de la celebración eucarística.
1ª Lectura. Isaías 50, 4-7. Tercer cántico del siervo de Yavé. No oculté el rostro a insultos y sé que no quedaré avergonzado. Jesús es el mesías esperado y anunciado; sufrirá en silencio y siempre manifestará su confianza en Dios: “sé que no quedaré avergonzado”.
Salmo 21. Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?
2ª Lectura. Filipenses 2, 6-11. Se rebajó a sí mismo, por eso Dios lo levantó sobre todo. La entrega del Señor la realiza desde la libertad, por obediencia al Padre y hasta el final, del todo. El Padre lo “levantará” lo resucitará.
Pasión de Ntro. Sr. Jesucristo según San Lucas. 22, 14 – 23,56.
San Lucas, después de presentarnos la cena de despedida se centra en la pasión. Jesús se prepara orando, luego ya siguen el arresto, el proceso y la ejecución. Sus amigos le darán al cuerpo sepultura en espera de la resurrección.
En este relato llama la atención la relación de Jesús con los discípulos que le acompañan y que se sienten llamados a unirse a él. Gianfranco Ravasi dice que es como el evangelio del discípulo.
Simón de Cirene carga con la cruz del Señor, como debe hacer cualquier discípulo, con la cruz de Cristo y de los hermanos. Aquí nadie es mero espectador. Las mujeres se golpean el pecho, como los discípulos debemos conmocionarnos y convertirnos, “llorad por vosotros”, ante tanta entrega por parte del Señor que nos interpela. El Señor en la cruz nos perdona y nos justifica: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen”, poniendo en práctica el mandamiento del amor que él nos ha enseñado. El perdón al malhechor arrepentido es un motivo de esperanza, en ese malhechor estamos representados toda la humanidad.
La celebración de hoy proclama que Cristo es nuestro único rey, mesías salvador que se entrega, y no vale la pena seguir a otro señor. El mensaje de la cruz nos llama a la conversión, nos regala el perdón y nos invita a vivir desde la misericordia, que es lo que salva al mundo.
El relato concluye poniéndonos en actitud de contemplación. Junto a la cruz del Señor, estaban todos mirando. Solamente la contemplación nos da lucidez para entender el mensaje de Cristo, para comprendernos a nosotros, para entender la vida.
Hemos comenzado la Semana Santa. Que sean días de contemplación del misterio de Cristo. “Me amó y se entregó por mí”. Hemos sido rescatados por la entrega de Cristo. Esforcémonos en vivir desde nuestra dignidad de cristianos. Son días en los que es fácil distraerse, por las procesiones, vacaciones…No perdamos el sentido religioso, vivamos las celebraciones y busquemos tiempos de silencio, de reflexión, de contemplación, para que los sufrimientos de Cristo nos hagan más solidarios con tantas formas de sufrimiento de nuestros hermanos y nuestra vida cristiana salga fortalecida.
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