Blog del párroco
SAN JOSÉ, ESPOSO DE LA VIRGEN MARIA. (19-3-2014) 
domingo, marzo 16, 2014, 11:11 PM - Comentarios a las Lecturas
SAN JOSÉ, ESPOSO DE LA VIRGEN MARÍA. 19-3-2014

1ª Lectura. 2º de Samuel 7, 4-5. 12-16. El Señor, Dios le dará el trono de David, su padre.

Salmo 88. Su linaje será perpetuo.

2ª Lectura. Romanos 4, 13.16-18.22. Apoyado en la esperanza, creyó contra toda esperanza.

Evangelio. Lucas 2, 41-51a. Mira que tu padre y yo te buscábamos angustiados.

San José tuvo la responsabilidad y el privilegio de ser el padre adoptivo de Jesús y el esposo de la Virgen María. Es quien más cerca estuvo de ellos y quien compartió con ellos más momentos de intimidad. El estuvo presente en el nacimiento y en toda la infancia de Jesús como verdadero padre. En la vida pública de Jesús ya no se habla de él.

San Mateo le llama “Hijo de Jacob”. Probablemente nació en Belén, ciudad de David, y posteriormente se trasladaría a vivir a Nazaret. Según San Mateo y San Marcos, era carpintero.

A San José no se le escucha ni una sola palabra en el Evangelio. Es un hombre fiel y silencioso, discreto y activo, atento a la voluntad de Dios, generoso para adecuar totalmente su vida al plan que Dios le proponía. Su más elocuente palabra fue su vida. Y todo, con gran humildad. En él la oración se hace interioridad y servicio, servicio cargado de responsabilidad porque eran las vidas de María y Jesús las que tenía que custodiar.

Como María, también guardaría muchas cosas en su corazón, que le harían progresar en la fe y aumentar su confianza en el Señor.

Pío IX lo declaró patrón de la Iglesia el 8-12-1870 y ha habido muchos santos que le han tenido mucha devoción y la han propagado, Santa Teresa de Jesús, San Vicente Ferrer…Por indicación del Papa Francisco se ha incluido en las plegarias Eucarísticas 2,3 y 4 junto a la Virgen María.

Como dice la oración colecta de su misa, Dios “entregó los primeros misterios de la salvación de los hombres a la fiel custodia de San José”.

Es una persona olvidada de sí mismo y volcada al servicio de su Hijo y de su esposa, posponiendo siempre su persona y sus planes.

Trabajador humilde en su carpintería, nos enseña el valor redentor de todo lo pequeño y oculto, la fidelidad con que podemos vivir todo lo cotidiano. Su ejemplo es válido para todos, para esposos, padres, trabajadores, creyentes. Vivió una profunda comunión con Jesús y María. Enseñó muchas cosas a Jesús: conocimientos y experiencias humanas que le ayudaron a vivir y a crecer en la religión de sus padres, en el ambiente de su pueblo, en contacto con la naturaleza y con el trabajo, en su relación con las personas. Jesús, cuando predicaba mostraba un gran conocimiento de muchas cosas de la vida.

San José es un ejemplo radiante de santidad con su vida tan fecunda y tan llena de amor a Dios y a los suyos.

Los valencianos, por esas cosas de la historia, le dedicamos unas fiestas espectaculares. Mucho color, mucha música, monumentales monumentos que proyectan críticas sociales, comidas, trajes, pólvora, fiesta, flores, acogida…Todo arde y pasa pronto. Se muestra lo efímero de todo lo humano. Luego viene el trabajo callado, corresponsable, continuo, creativo…hasta las próximas fallas.

San José conoció lo realmente importante de la vida y a ello se consagró. Que nos enseñe a ser hijos, esposos, padres…y creyentes.

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SEGUNDO DOMINGO DE CUARESMA. Ciclo A. (16-3-2014) 
jueves, marzo 13, 2014, 10:48 AM - Comentarios a las Lecturas
SEGUNDO DOMINGO DE CUARESMA. Ciclo A. 16-3-2014.

1ª Lectura. Génesis 12, 1-4a. Vocación de Abrahán, padre del pueblo de Dios.

Salmo 32. Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros como lo esperamos de ti.

2ª Lectura. 2ª de San Pablo a Timoteo 1, 8b-10. Dios nos llama y nos ilumina.

Evangelio. Mateo 17, 1-9. Su rostro resplandeció como el sol.

Hoy acompañamos a Jesús al Tabor. Al contemplarle trasfigurado encontramos la fortaleza necesaria para seguir cada uno su camino y su misión.

Cristo quiso que los apóstoles, y nosotros, nos preparáramos para afrontar la dureza del final, de la pasión y muerte. Es, como adelantar el final, la resurrección. En la montaña le vemos en su gloria, con su rostro y vestidos resplandecientes, con Moisés y Elías, respaldado por la palabra del Padre: “Este es mi Hijo muy amado”… En el monte calvario le contemplaremos desfigurado, desnudo, entre dos malhechores, abandonado ante el gran silencio de Dios…El rostro más doloroso de la humanidad.

La lección es que no se llega a la gloria sin pasar por la cruz, que la misión y la caridad, como dice el papa Francisco, “duele”. Y el cristiano no puede quedarse en palabras ni teorías, y que tiene que bajar a las obras, al llano de la vida para seguir realizando su tarea.

No podemos olvidar quien es Cristo, el Hijo de Dios. Su final pasó por la cruz, por obediencia al Padre, para entrar en su gloria. La misión del cristiano tiene que ser como la del Hijo del Hombre, que no tenía donde reclinar la cabeza y que venía a salvar todo lo que estaba perdido. La pobreza, la dedicación, la entrega comprometida con el necesitado, exige renuncia a muchas cosas de sí mismo y sacrificio y sufrimiento en la dedicación a los demás.

La humanidad presenta un rostro desfigurado. Cristo viene a todos ellos. Los pobres y necesitados son la misión del cristiano. Cristo les ama través de nosotros. Cuando la Iglesia no es evangélica dificulta la misión del Señor.

En la primera lectura contemplamos a Abrahán, nuestro padre en la fe, quien apoyado en la Palabra, en la Promesa de Dios, deja su tierra y se pone en camino. Sacrificará el mundo de sus seguridades para vivir solo de la promesa de Dios. Dejar y vivir a la intemperie confiando en Dios, en camino hacia “el hermano solo y desamparado”. Eso es vivir como creyente.

La vida y la fe es un camino que se hace muy largo cuando está lleno de sufrimientos. Muchas veces hay que parar, recuperar fuerzas y retomar la meta. En el Tabor encontramos fuerzas, la realidad del misterio de Cristo, para seguir superando desánimos, cansancios, sacrificios. Y para ser conscientes de la meta. La oración, la Palabra de Dios, la comunidad, el ejemplo de los demás, la alegría del bien que podemos hacer. Los pobres, servirlos, siempre nos evangeliza.

La Cuaresma nos conduce al encuentro de Cristo crucificado y resucitado, para que nos vaya trasfigurando y haciendo semejantes a Él, despegándonos de tantas capas de dureza, indiferencia religiosa y humana y formas de pecado que nos va cambiando el corazón por el contacto con el mundo.

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DOMINGO 1º DE CUARESMA. Ciclo A. (9-3-2014). Día del Seminario 
sábado, marzo 8, 2014, 10:23 AM - Comentarios a las Lecturas
DOMINGO 1º DE CUARESMA. Ciclo A. (9-3-2014).Día del Seminario

1ª Lectura. Génesis 2, 7-9; 3, 1-7. Creación y pecado de nuestros primeros padres.

Salmo 50. Misericordia, Señor, hemos pecado.

2ª Lectura. Romanos 5, 12-19. Donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia.

Evangelio. Mateo 4, 1-11. Jesús ayuna durante cuarenta días y es tentado.

El miércoles de ceniza comenzamos la Cuaresma, el camino de cuarenta días que nos conduce al encuentro con Cristo resucitado. Este primer domingo, la oración colecta de la misa, nos señala el programa: “Concédenos, Señor, avanzar en la inteligencia del misterio de Cristo y vivirlo en su plenitud”. Vivir en plenitud el misterio de Cristo. Conocer a Cristo y vivir como Él.

El presente ciclo A de las lecturas tiene un claro carácter bautismal. Son las catequesis ofrecidas en el comienzo de la vida de la Iglesia a los candidatos al bautismo; que posteriormente se extendió como un catecumenado de actualización a toda la Iglesia: Tentaciones de Cristo, la Trasfiguración del Señor que nos revela su identidad, Jesús agua viva, Jesús luz del mundo, Jesús Resurrección y vida, para llegar a los días santos en los que nos manifiesta su amor hasta el extremo y su victoria sobre la muerte, esperanza y salvación nuestra. Este es el camino cuaresmal.
Hoy Jesús es conducido por el Espíritu al desierto para ser tentado por el diablo. En la oración y en el desierto, el demonio no pudo con él. Jesús nos enseña que se puede vencer a las tentaciones y al tentador, con la gracia de Dios y el esfuerzo personal. Sus tentaciones son las de siempre y las de todos: la ambición de la codicia, la vanidad y el orgullo, el deseo de someter, utilizar y sojuzgar a los demás.

Jesús nos enseña que en su Palabra encontramos luz y que su gracia es una fuerza real que nos ayuda; que la sencillez y el servicio nos hace más veraces y auténticos que cualquier forma de exhibicionismo, que seguir la voluntad de Dios nos lleva a la plenitud y a la vida, superando falsas fascinaciones que nos proponen la felicidad para un momento pasajero.

La presencia del mal en el mundo no es cosa de Dios. La inclinación al mal es algo que está presente en nuestro ser. En la primera lectura contemplamos a Adán y a Eva, no en el desierto, sino un una situación en la que lo tienen todo, pero se dejaron seducir por el orgullo de la desobediencia. Ellos lo habían recibido todo por amor, pero…desconfiaron de la palabra de Dios, desobedecieron y aspiraron a otra forma de vida, al margen de Dios, en la que vivieron otras pasiones exclavizante. Solamente Dios nos libera de la opresión de todos los demás ídolos.

Hay muchas tentaciones: unas claramente descubiertas, otras más sutiles. Siempre son persuasivas y engañosas. En cada etapa de la vida se presentan unas con más fuerza, sin descansar las otras. Nos defiende haber descubierto el atractivo liberador de Cristo. El no quererlas afrontar solos. El ser humildes y temerosos, entonces Dios nos ayuda. También necesitamos evitar acercarnos a situaciones de pecar, sin ningún pretexto. El sacramento de la penitencia es el gran medio para que la fuerza de la gracia de Dios nos sostenga. El no querer perder por nada la gracia de Dios.

Hay que ejercitar la virtud de la vigilancia y hay que ser enérgicos en huir de las situaciones que nos induzcan a pecado. Hay formas y costumbres sociales bien vistas, aparentemente normales, que nos conducen a actuar como Dios no espera de nosotros porque debilitan nuestra voluntad y nos hacen actuar como no somos por falsos respetos humanos. Hay que dar testimonio de lo que Cristo hace en nosotros en toda circunstancia.

Pablo en la segunda lectura, nos ayuda a entrar en una fecunda reflexión bíblica: por Adán entró la muerte, por Cristo la vida; con el hombre viejo, el pecado; con Cristo, hombre nuevo, la gracia, una gracia que desborda y supera en todo. al pecado del hombre. Por eso necesitamos profundizar en la inteligencia del misterio de Cristo. Y, si pecamos, entregarnos en los brazos de Dios confiando en su misericordia.

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DOMINGO 8º DEL TIEMPO ORDINARIO. Ciclo A. (9-2-2014). Día del Seminario 
viernes, febrero 28, 2014, 05:14 PM - Comentarios a las Lecturas
DOMINGO 8º DEL TIEMPO ORDINARIO. Ciclo A. 9-2-2014. Día del Seminario

1ª Lectura. Isaías 49, 14-15. Yo no te olvidaré

Salmo 61. Descansa solo en Dios, alma mía.

2ª Lectura. 1ª Corintios 4, 1-5. El Señor manifestará los designios del corazón.

Evangelio. Mateo 6, 24-34. No os angusties por el mañana.

Jesús vino a revelarnos, a descubrirnos, que Dios, además de creador del mundo, es nuestro padre. Un padre que nos conoce, que está lleno de bondad, que nos cuida. Por puro amor nos regala cada día la vida y todo lo que encontramos en ella, por eso, como dice el papa Francisco, conocer la buena noticia que es el evangelio, es lo mejor que nos ha pasado en la vida.

Jesús nos enseña a mirar y a agradecer la creación de otra manera. Todo es hermoso, todo es abundante, todo nos habla de su creador, todo es para todos los hombres: los pájaros del campo, los lirios, la hierba…Todo es para el hombre y tiene que llegar a todos los hombres.

En nuestro tiempo hay una especial sensibilidad para proteger la tierra, el clima, las especies animales y vegetales. Hay que sentirse responsables ante la tierra, hogar del hombre, también de las generaciones futuras, con toda su riqueza…tantas veces amenazada por la codicia irresponsable de una industria contaminadora y de muchas acciones devastadoras. Sin embargo, nos olvidamos de su Hacedor y de aquél para quien todo fue hecho: el hombre. Hoy no se trata igual a una mascota que al ser humano no nacido o al enfermo terminal o a cualquier pobre. El hombre vale más que las cosas, más que el dinero, más que los animales.

La idea de Dios Creador nos hace sentirnos muy agradecidos con Él por todo lo que hemos recibido y muy responsables con el mundo, con toda la creación.

Dios es como una madre, nos recuerda Isaías, que no puede olvidarse de su criatura, pero nosotros…¿ nos olvidamos de Dios? Una madre es para muchos hijos y, a veces, muchos hijos no son para una madre. Amor a Dios, gratitud, respeto, correspondencia.

Y el perdón a los enemigos. Es necesario tener el corazón lleno de amor y mirar el mal en la vida del hermano como una pobreza que le destruye a él y a los demás. Frenar el mal con el bien. Amar al enemigo es mucho más que no corresponderle con más mal. Debemos rezar por él y responder al mal con bien. Perdonar es una forma de curar y de hacer nacer de nuevo.

Nuestro Dios hace salir el sol cada día sobre buenos y malos y nos invita a mirar al presente confiando en su providencia; nos alimenta como a los pájaros del cielo, nos viste como a los lirios del campo, nos regala a su Hijo quien nos lo da todo en la cruz. Nos perdona, nos viste, nos alimenta, nos protege. Buscar el Reino de Dios y su justicia es actuar como él. ¡Qué lejos está de nuestro Dios de un mundo donde hay tanta pobreza, tanta desigualdad, tanto hambre, tanta codicia…! Debemos trabajar para que el Reino de Dios sea una realidad en nuestro mundo.

Este domingo es el día del Seminario. Pidamos al Señor para que haya muchas y santas vocaciones al sacerdocio. Muchos trabajadores de la viña del Señor, muchos constructores de su Reino.
Es difícil vencer tantas resistencias al momento cultural en que vivimos, no vivir para sí mismo y consagrarse al servicio de la Iglesia. Hay que poner los ojos y el corazón en Jesucristo, mirar a las personas con su mismo amor y confiar en él. Y a vivir la entrega para siempre.

Hoy, como siempre, cada joven cristiano debe pensar en su disponibilidad y ofrecimiento al Señor en la vida sacerdotal. El no nos deja solos, nos ha prometido estar con nosotros hasta el fin del mundo.

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DOMINGO 7º DEL TIEMPO ORDINARIO. Ciclo A (23-2-2014) 
sábado, febrero 22, 2014, 08:29 AM - Comentarios a las Lecturas

DOMINGO 7º DEL TIEMPO ORDINARIO. Ciclo A. (23-2-2014).

Solamente el amor sin límites nos acerca a Dios.

1ª Lectura. Levítico 19, 1-2.17-18. Amarás a tu prójimo como a ti mismo.

Salmo 102. El Señor es compasivo y misericordioso.

2ª Lectura. 1ª a Corintios 3,16-23. Todo es vuestro, vosotros de Cristo, Cristo de Dios.

Evangelio. Mateo 5, 18-48. Amad a vuestros enemigos.

Seguimos en el Sermón de la Montaña. Jesús quiere llevar a sus discípulos a la plenitud la ley de Israel, a amar a los enemigos y a amar “como yo os he amado”.

La ley del “ojo por ojo…”, el “hacer como te hacen”, nos permite defendernos de agresiones y enemigos; así respondemos con nuestra propia justicia, con mas maldad y violencia. Pero no es el camino para mejorar el mundo y cambiar los corazones. El Señor nos dice: “Pon la otra mejilla, da también la túnica, a quien te pide, dale…” El Señor nos pide que perseveremos en el bien superando toda provocación

El Señor nos dice que solamente se frena el mal con el bien. Solamente así se contiene a la espiral de violencia y combatimos las muchas formas de mal que encontramos en la sociedad. No corresponder al mal con más mal no es retirarnos como perdedores, sino respetar a toda persona humana, aunque esté equivocada, y creer en la fuerza de la razón.

No es fácil amar a los enemigos ni responder al mal con el bien, porque la cultura reinante vive de otra manera y de otras cosas. Solamente podemos actuar como Él si vivimos en El. Cada vez el evangelio del Señor aparece más extraño en medio del mundo, aunque los verdaderos anhelos de toda vida solamente los sacia Jesucristo.

Necesitamos mucha oración para ver, como ve Dios; y generosidad, resistencia y fortaleza. El Señor ha vencido al mundo, y no por la violencia. Hemos repetido en el salmo:”el Señor es compasivo y misericordioso, lento a la ira y rico en clemencia” Y nos da ejemplo porque “no nos trata como merecen nuestros pecados…” y perdona desde la cruz, sin discriminar a nadie.

Pablo nos recuerda que somos “templos de Dios”. No debemos engañarnos a nosotros mismos, ni olvidarnos al tratar al templo de Dios que son los otros. Moradas del Espíritu. Si el Espíritu de Jesús actúa en nosotros, el pone unos criterios, una sabiduría, una fuerza distinta. La falta de Dios puede llevar a que el ser humano se empobrezca, viva “interiormente destruido”, viva desde la “necedad” del mundo. La sabiduría de Dios procede de vivir de su palabra.

El Señor, en coherencia con lo que él es y cómo actúa, nos llama al amor a Dios y al prójimo, es el mejor resumen del evangelio. El amor al enemigo es la única actitud posible contra el odio y la violencia destructora: no solo no hacer el mal, sino hacer el bien, por encima de los propios sentimientos, que muchas veces siguen dolidos por el mal que nos han causado. Solamente el amor es la fuerza que puede regenerar el mundo.


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