martes, julio 12, 2011, 05:28 PM - Otros
CONSEJOS PARA EL BUEN LECTOR1.Leerse la lectura antes. Leerla para entender bien su sentido, donde están los puntos y las comas y las palabras con que uno puede tropezar.
2.Estar a punto y acercarse al ambón en el momento oportuno, cuando termina la oración “colecta” Procurar estar colocado cerca del ambón.
3.Cuando se está en el ambón, cuidar la posición del cuerpo. Ni posturas rígidas, ni las manos en los bolsillos, las piernas cruzadas, etc.
4.Situarse a distancia adecuada del micrófono: a un palmo suele ser la medida correcta .Comprobar que la luz del interruptor está encendida. Para no cambiar la distancia respecto al micrófono, mover el leccionario hasta tener delante de la vista la lectura a proclamar.
5.No comenzar hasta que la gente esté sentada.
6.Leer despacio. Mantener un tono general de calma. Ni subir aprisa comenzando la lectura sin mirar a la gente, ni acabar huyendo mas aprisa todavía. Hacer una pausa antes de decir “Palabra de Dios”, escuchar desde el ambón la respuesta del pueblo y volver al asiento.
7.Vocalizar. Sin afectación recordar que se está “proclamando” en público.
8.No bajar el tono en los finales de frase; A menudo, al bajar el tono, los finales de frase se hacen ininteligibles.
9.Procurar leer con la cabeza alta. La voz resulta mas fácil de captar y el tono mas alto. Si es necesario, levantar el libro para no tener que bajar la cabeza.
10.El lector de la primera lectura sube al ambón después de la oración colecta. Si el salmo no se canta, también lo lee. Si hay suficientes lectores, la segunda lectura la debe proclamar otro lector.
11.No se tiene que leer la letra roja del comienzo. No se dice “primera o segunda lectura”. Tampoco se dice “salmo responsorial”. Ni se deben hacer indicaciones, tipo “repitan, levántense...”
12.El lector del salmo responsorial repite la respuesta con menos voz, ayudando así a responder a la asamblea.
13.El “Aleluya”, si no se canta, puede omitirse. Nunca lo lee el lector de la segunda lectura, ya que no tienen ninguna relación.
14.Hacer de “Lector” es una misión importante dentro de la asamblea, ya que se presta nuestra voz al Señor, para que su Palabra resuene. El hecho de que cristianos de distintas edades y condiciones puedan leer la Palabra de Dios, da una buena imagen de lo que la comunidad cristiana es. Será conveniente que los lectores no sean siempre los mismos cada domingo; tiene que funcionar un criterio de equilibrio: diversidad y buena proclamación.
15. El documento “Ordenación para las lecturas de la Misa”, en el número 55 dice que los lectores deben tener ante todo, preparación espiritual, además de la preparación técnica. La preparación espiritual supone percibir el sentido de la lectura proclamada. La técnica, leer bien.
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